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el mar nos ayuda

ALEXA: Hay un pajarito y literal parece que está sentado en el piso o en el mar.
BERNARDETTE: Es que ahora tenemos un mar muy plano.

 

¿Cuántos días llevan viajando?

 

A: 364 días y cuatro meses.
B: Estamos a la mitad. Ahora vamos hacia el Mediterráneo.

 

¿En dónde están ahora? ¿En qué país o cerca de qué país?

 

A: En Egipto.
DIEGO: Llevamos como cuarenta y cinco días aquí, o algo así.

 

No pueden arribar, ¿verdad?

 

A: Podríamos arribar pero no están abiertos los puertos.

 

¡Qué suerte vivir una cuarentena en medio del mar!

 

VITAL: ¡Hola! 

Hola, Vital. ¿Cómo amaneciste? Oigan, ¿a qué hora se despiertan?

A: Me despierto como a las cinco de la mañana y hay veces que ya ni me puedo dormir. Pero normalmente nos despertamos a las ocho. Diego a las siete, pero Vital y yo a las ocho.
V: No. Yo me despierto primero que Diego.

¿Se han despertado antes de que salga el sol?

 

D: Yo sí.
A: En Navidad y en Pascua.
V: Yo te desperté.
B: Y a veces mientras navegamos Diego se despierta.

 

¿Qué les gusta más: ver cómo sale el sol o cómo se pone?


D: Cómo se pone. Porque cuando atardece, el mar cambia de colores: naranja, rosa...
A: Cómo sale: a mí me gusta cuando amanece. Un día estábamos cruzando un canal (fue hace mucho, yo tenía la edad de Vital, más o menos) y recuerdo que arriba todavía se veía negro y con estrellitas, y abajo ya estaba todo de colores. Pero me metí a dormir y ya no pude ver más.

 

¿Cómo se ve el cielo por la noche en medio del mar?

 

D: Aquí, en Egipto, es uno de los lugares con más estrellas del mundo. 
B: ¿De todos los que has visto?
A: Yo vi una estrella fugaz.
D: Pasan muchísimas estrellas fugaces acá. 

Y ¿prefieren estar dentro del mar en el barco?

 

V: Del barco.
A: El otro día nos despertamos y el mar estaba así de plano también. Salimos y no se veía el mar ¡por tantas medusas que había! Nos echamos y de repente, en mi visor, tenía una medusa más grande que mi cara. 
D: A mí se me cayó el visor, entonces tuve que meterme con las mil medusas y me hundí, me hundí, me hundí, y lo extraño fue que, de repente, cuando todas las medusas iban chocando conmigo, me empezó a dar frío debajo del agua: había una capa de frío y otra de calor, pasé a la de frío y era como un tipo de ventana invisible que las medusas podían ver. Si pasan por esa capa, se mueren.
B: No les gusta el frío.
D: Yo pasé, pero ellas no podían.

 

¿Cuál es la sensación?

 

D: Se sienten filosas.
A: Luego como que sueltan una baba asquerosa.
D: Tienen unos latiguitos así, de este tamaño, y no es que piquen con ésos: lanzan una toxina. 
A: Pero no te lastiman las manos.
D: No, te lastiman las piernas y te quedan llenas de ronchas.
B: Miren el cuello de Vit, lleno de ronchitas.
V: Y también aquí.
A: Heridas de guerra

¿Desde qué edad han estado navegando en veleros?

 

A: Desde chiquita mi papá me llevaba, pero nada más un día a alguna playa y regresábamos.
D: Cuando mi papá tenía trabajo en la marina, y decía ¿quién viene conmigo? El primero que diga “sí”, se va con papá. 
A: Había veces que era mejor quedarse, porque me quedaba con mamá.

¿Qué pensaron cuando sus papás les dijeron: nos vamos a ir a recorrer el mundo en velero?


A: Pensamos que era broma. 
V: Hoy vamos a ir a una casa y vamos a tomar el perro que queramos.
B: Depende, todavía no es seguro que podamos bajarnos.
A: Tal vez nos podemos bajar y hay cinco perros en esa casa: uno blanco, uno negro, uno color caramelo, y son tan suavecitos…
B: Morimos de ganas de bajar y es su máxima ilusión pensar que van a poder tocar un perro. 

¿Quieren una mascota a bordo?

 

A: Sí, yo sí.
D: No.
V: Yo quiero un perrito.
D: Ah, pero dice que si tenemos una mascota aquí… Tenemos un pajarito. Teníamos. Lo llamamos Índico porque vino volando al barco cuando estábamos en el Océano Índico.

¿Qué se siente estar en altamar tantos días?

A: A mí me gusta porque puedo leer algunos libros como seis veces.
D: Mi papá armó una cosa en el barco con tres cuerdas y entonces nos podemos echar al agua como Tarzán.

            

Cuéntenos su día a día. ¿Qué hacen?

 

A: Despertamos, desayunamos, y...
D: Pesco.
A: Hacemos un poquito de ejercicio a veces...
D: Pesco.
A: Y luego nadamos...
D: Pesco.
A: Luego leo un poco.
D: Pesco.
A: A la una de la tarde nos vamos todos a la playa y regresamos más o menos a las siete. Y así casi todos los días.
D: El otro día pesqué un pez sapo, y me picó. Y también encontré una medusa bebé rarísima: tenía algas atrás y unas rayas preciosas, eran como flores increíbles.
A: Cuando estábamos en el coral de hasta hasta hasta allá fue la primera vez que vimos tantas medusas, y llegó un punto en que las intentaba patear porque no podía avanzar.
B: Éramos como Marlin y Dory entre medusas.
A: También vimos un pez globo. 

¿Qué lugar les ha gustado más de los que han visitado?

 

D: Este lugar.
A: Sí, a mí también.
V: A mí cuando zarpamos de México. El país que más me gustó fue Puerto Vallarta, porque había una resbaladilla enorme.

¿Han conocido a más familias navegantes?

 

A: Tenemos un único vecino, se llama David.
V: Me regaló un casco de conductor.
A: David viaja solo pero Vital lo acompaña a veces.
D: Hoy mi papá me va a dar clases de manejo para que ya pueda ir solito: me va a dar mi licencia de conducir a los ocho años.


¿Cuántos años tienen?

 

D: Ocho.
A: Diez.
V: Cinco.

¿Han conocido a más niños en este viaje?

 

A: Antonia, Andrea, Amina. También conocí a dos que se llaman Sonia y Samy. Y a Jimena. 

¿Cómo se comunicaban?

A: Pues en francés e inglés raro. Nos entendíamos con señas. A Jimena la conocimos en Ua Pou, en las Islas Marquesas. 
D: La conocimos en la escuela.
A: Es que fuimos como dos días a la escuela en Ua Pou.

¿Cómo va el estudio en el barco, Vital? ¿Te gusta?

V: No. 
B: Tú quieres una maestra de verdad.
V: Sí, quiero una maestra como la que me daba "escuelas de iPad". 

¿Cómo le contarían a otros niños cómo es estar en altamar?

 

A: Conozco aquí a una señora que se llama Rebeca, es una refugiada de Sudán que se volvió mi amiga y tiene una bebé: jamás habían visto el mar hasta ahora. 
D: Les diría que el agua es salada, que se pone de muchos colores y hay muchos animales marinos que ni siquiera sabemos si son reales o no. 

¿Cómo es el movimiento en altamar?

A: El peor día fue un día en el que había lluvia y rayos. Teníamos que meternos y poner un tapete de yoga para que no se nos metiera el agua. Pero no nos mareamos. 
B: Nos hemos mareado un poco.
A: Una vez se subieron unos italianos y se agarraban de todos lados, y Vital pasaba caminando como si nada.

 

Porque ustedes ya están acostumbrados.

V: Hace como mil años que no juego con mi iPad.
B: Pero no te has aburrido.
V: Sí me aburro, pero estoy feliz.

Oigan, ¿cada cuánto se bañan?

A: Como cada…
D: Siete días
A: Si quieren que sea honesta, una vez cada dos semanas. El mar nos ayuda. 

 

Por cierto, Diego, vimos un video en donde explicabas algo de las fronteras.

D: Creo que el mundo debería ser de todos. Todo el mundo puede ser tuyo, puede ser de mamá, puede ser de Vital. El mundo es de todos.

Cuando regresen a México, ¿qué será lo que más querrán contarle a la gente?

D: Pus no sé. Creo que eso de las fronteras... Sí: eso.
V: Quiero frutilupis.
A: Que lean mucho cuando puedan.

También leímos que ya aprendieron a decir "gracias" en un montón de idiomas.

V: Merci.
A: En Sri Lanka te hacen así [mueve la cabeza] para todo.
B: A ver, ¿cómo se dice gracias en Indonesia?
A: Terima kasih.
B: ¿Y en Tailandia?
D: Kop kung ka.
B: Muy bien. ¿Y cómo se decía hola en marquesiano?
D: Kaóha.
A: Y también bula.
B: Eso es en en Fiji.
A: A mí me gustaría hablar francés y egipcio, árabe, porque hablan mucho con la jota.

¿Cuál es su objeto más preciado a bordo?

A: Tengo un peluche muy chiquito que no puedo ir sin él. Lo tengo todos los días.

 

B: Perdonen, los tiempos de atención son cortos.
D: Yo sólo tengo atención en la pesca.

 

¿Qué quieren ser de grandes?

V: Yo buceador.
D: Eso todavía no lo decido.
V: Buceador y hacer canciones.
A: Y actor.
V: Y actor y también constructor.

 

¿Por qué te gusta tanto leer, Alexa?, ¿qué encuentras en los libros?

D: Encuentra maravillas. Se mete a los mundos de los libros. Por ejemplo, imagínate, "Harry Potter" o "Alicia en el País de las Maravillas": en vez de leerlos, Alexa se mete a ese mundo.
A: Y de verdad, me dicen: ¡ya está la comida! Y tienen que gritar fuerte porque estoy bloqueada. 
D: Es un monstruo comecuentos. Le fascina leer. Todo el Pacífico se quedó encerrada en su cuarto leyendo. Acabamos el Pacífico y ya no tenía ni un libro: ¡se los había leído todos en veinticuatro días!
A: Ya estoy haciendo un libro.

¿Sobre el viaje?

A: No. Es un mundo secreto.

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